Artículo | Enero 1, 2014 - 11:43am
Coronel Hugo Trejo (Foto: Archivo) |
La rebelión militar del 1 de enero de 1958 es
calificada como el antecedente inmediato y principal de la caída del régimen
del general Marcos
Pérez Jiménez.
Al amanecer de ese día, aviones de la Fuerza
Aérea volaron sobre la ciudad de Caracas, con el objeto de ametrallar el
Palacio de Miraflores y el edificio de la Seguridad Nacional. Asimismo, esta
maniobra coincidió con el alzamiento en armas de los oficiales y las tropas de
la guarnición de Maracay, y la toma
de una emisora de radio de esa ciudad.
Al mismo tiempo en Caracas, se alzaron 2 unidades
blindadas, compuestas de tanques, las cuales salieron del cuartel Urdaneta de
Catia hacia Maracay en vez de hacerlo hacia el Palacio de Miraflores, situado a
escasos kilómetros.
Los oficiales de la guarnición y de la base de Boca
de Río (situada en Palo Negro, Maracay) y las unidades blindadas de Caracas,
bajo el mando del coronel Hugo Trejo, estaban comprometidos en una acción para
derrocar a Pérez Jiménez; sin embargo, fallas en la coordinación de los
movimientos, la sorpresa del hecho para un alto número de oficiales que
desconocían los preparativos de la revuelta y el adelanto prematuro de la misma
debido a una delación que obligó a realizarla 5 días antes de lo planeado,
frustraron el éxito del alzamiento.
Desunión en
el seno de las FFAA
Trejo fue hecho prisionero en Maracay luego que
dejara en Los
Teques sus unidades llevadas hasta ese sitio, la guarnición de Maracay se
entregó al coronel Roberto Casanova. Por otro lado, la Marina no se pronunció y
13 aviadores rebeldes, al verse en desventaja, volaron a Barranquilla después
del día 2 de enero, donde se les concedió asilo político. A pesar de no
alcanzar su cometido, el alzamiento del 1 de enero demostró que la unidad de
las Fuerzas Armadas era un mito. Asimismo, esta insurrección fue la reacción de
los elementos castrense al plebiscito que en diciembre de 1957 había reelegido
de manera fraudulenta a Marcos Pérez Jiménez como presidente de la República
por un período más. Para el momento del alzamiento existían tres grupos de
oficiales en el seno de las Fuerzas Armadas: aquellos leales al régimen, otros
que propugnaban la salida de Pérez Jiménez del poder, pero sin cambiar la
dirección militar del gobierno, y los que querían derrocar a Pérez Jiménez y al
régimen militar que le servía de apoyo.
Aunque el dictador emitió un mensaje a la nación al día siguiente del alzamiento, en el que anunciaba la rendición de la guarnición de Maracay y la manifestación de sus deseos de que se rindieran los demás grupos que permanecían en armas, el levantamiento tuvo una gran importancia ya que produjo una crisis de liderazgo entre el presidente y el alto mando militar encabezado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Rómulo Fernández.
Aunque el dictador emitió un mensaje a la nación al día siguiente del alzamiento, en el que anunciaba la rendición de la guarnición de Maracay y la manifestación de sus deseos de que se rindieran los demás grupos que permanecían en armas, el levantamiento tuvo una gran importancia ya que produjo una crisis de liderazgo entre el presidente y el alto mando militar encabezado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Rómulo Fernández.
En este sentido, Fernández le envió un memorando a
Pérez Jiménez en el que le pedía un cambio de rumbo en la política del
gobierno, la reorganización del gabinete ejecutivo y una mayor participación
militar en el mismo.
Rómulo Fernández-Ministro de Defensa para enero 1958 |
Fuente:http://comandantesdelasfuerzasnavales.blogspot.com/
Consecuencias
de los alzamientos militares
Días después, el 9 de enero de ese mismo año, se
anuncia un alzamiento de oficiales de la Marina en La Guaira que ordena zarpar
5 destructores de la flota para colocarlos en frente del puerto; sin embargo,
este alzamiento fue dominado por el general Fernández al negociar con los
sublevados ciertas garantías para la institución de la Armada; como
consecuencia, renunció el gabinete ese mismo día, saliendo del Gobierno hombres
claves del mismo como el hasta entonces ministro de Relaciones Interiores
Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Estrada, jefe de la Seguridad Nacional
(policía política del régimen).
El día 13 de enero, Pérez Jiménez reorganiza
nuevamente el gabinete, detiene a Rómulo Fernández y lo expulsa del país,
asumiendo directamente el Ministerio de la Defensa, que había ocupado Fernández
desde el día 10. En definitiva, los acontecimientos que se desarrollaron entre
el 1 y el 10 de enero de 1958, estimularon a sectores civiles y partidistas a
publicar diversos manifiestos en contra de los abusos del Gobierno y auparon la
realización de manifestaciones populares en todas las principales ciudades del
país.
Fuente: YVKE Mundial Radio
Publicado por: Yadira Gonzalez A.
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