Enviado por: Carlos Garcia
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¿“Qué hacer si andamos
dispersos y no se toman acciones concretas para primero unirnos y así salir a
la batalla.”?
La pregunta anterior, en diversas formas me ha sido planteado
por buen número de camaradas preocupadas y preocupados por la pereza que amodorra a la Dirección Política del PSUV/GPP
en Jáuregui y en Táchira, camaradas del pueblo que están esperando la
organización, la formación y la movilización que el partido debe planificar y
ejecutar en términos colectivos, pero
que no se hace y por el contrario se maneja el asunto en los entretelones de la
secta como un mecanismo para no hacer nada, todo por el control de privilegios personales y grupales.
En la pregunta está claramente definida una parte de la
solución al ¿Qué hacer? Pues al establecer “…para primero unirnos y así salir a
la batalla.” Nos está diciendo que es absolutamente necesaria la unión, que
debe partir de la organización y que
es el primer eslabón de la cadena estratégica que nos trazó Chávez; Unidad,
lucha, Batalla y Victoria.
Pero sólo lograremos
la unión, si como colectivos de base tomamos el poder real, como poder popular
y obligamos a aceptar la organización en los términos que plantean los
estatutos del partido, pero con las características específicas de nuestra
región/localidad y elegimos nosotros a quienes nos representen en función del
trabajo revolucionario desarrollado y de la aceptación que tienen en nuestras
comunidades, que no nos impongan voceros establecidos a dedo con ese peregrino
cuento de la Cooptación establecida en el artículo 5 de los estatutos sobre las
formas de elección
“Artículo 5 : Métodos de la democracia interna
Para la toma de decisiones y elecciones internas el
partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta;
cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado; opinión y consenso,
los cuales se determinaran por las diversas instancias de dirección de acuerdo
a las condiciones políticas”; porque
esa elección a dedo está siendo utilizada abusivamente por el cogollo que no
responde a las necesidades del trabajo político revolucionario en Jáuregui y en
el Táchira.
Mayor y mejor
demostración de su incapacidad o de su traición la tenemos en los resultados
electorales municipales del 8 de diciembre 2013; donde perdimos espacios muy
importantes debido a las fallas, omisiones, errores e ineficiencia de alcaldes
y alcaldesas, a quienes la Direcciones estadal y Municipales jamás les hicieron
contraloría, jamás les pidieron cuentas y jamás aplicaron las normas
establecidas en los Estatutos. Se da el caso que la mayoría de las direcciones
políticas ni siquiera se reunieron para la planificación, organización y
desarrollo del trabajo revolucionario permanente, como lo establecen los
estatutos en varios artículos, entre ellos:
Artículo 22: Del equipo
político municipal y / o parroquial
En los distintos municipios o parroquias que conforman
la República se establecerán equipos políticos municipales y/o parroquiales que
reflejarán la organización territorial y funcional del partido; la instancia
parroquial sólo se creará en aquellas entidades en que se considere necesario; sus
miembros serán seleccionados de acuerdo a los métodos de elección de base,
establecidos en el artículo 5 de estos estatutos.
Parágrafo primero: Los equipos políticos municipales y/o
parroquiales estarán integrados por un número de miembros que será proporcional
a la cantidad de militantes en el municipio o en la parroquia, oscilará entre
siete (7) y trece (13) militantes que serán electos de acuerdo a los métodos de
selección establecidos en el Art. 5 de estos Estatutos. Deben ser de reconocido compromiso y actuación revolucionaria, y no
haber sido objeto de sanción disciplinaria.
Parágrafo segundo: De
su seno se designarán anualmente los o las responsables de las diferentes
comisiones de trabajo.
Parágrafo tercero: En
aquellos casos en que el Alcalde o Alcaldesa del municipio sea un militante del partido, se
incorporará como miembro nato al equipo político municipal en igualdad de
condiciones.
Artículo 37 :
Principios
La revolución es un
cambio cultural que debe construirse
todos los días en el seno del partido; individual y colectivamente; en
nuestras prácticas sociales, valores y formas de relacionarnos con el pueblo; debe significar una ruptura radical con la forma de hacer
política y los valores inherentes a la sociedad capitalista; debe aproximarnos
al ideal del nuevo hombre y la nueva mujer plenos en sabiduría, bondad,
solidaridad, igualdad, dignidad y coherencia.
Acaso las direcciones políticas Estadal y Municipales han
cumplido con estos mandatos, que más que mandatos son elementos de conciencia
revolucionaria ineludibles para cualquier revolucionario o revolucionaria que
se precie de tal; ¿qué han hecho para que se cumpla esta magnífica definición
de la Revolución “…cambio cultural que debe construirse todos los días en el
seno del partido; individual y colectivamente;…” ¿Acaso piensan eternizarse en
los cargos que no desempeñan, incluso a espaldas de las bases y contra la
voluntad de la mayoría?.
Pues, sólo queda al colectivo partidista hacer uso del poder popular y revisar críticamente
las actuaciones de estos órganos ineficientes y sectarios, para rescatar el
partido y echarlo a andar como tiene que ser, como debe ser.
Es necesaria la comunicación con todas las organizaciones del
partido a nivel municipal, planteándoles la situación y convocándoles al
trabajo de rescate del partido, su organización democrática, la formación
colectiva y la movilización unitaria y combativa de manera que podamos mantener
los espacios que aún nos quedan y reconquistar los espacios perdidos. Esto sólo
será posible mediante la discusión colectiva, la crítica comunitaria y el
ejercicio del poder popular dentro del partido, con la finalidad de depurarnos
y realmente trabajar con el pueblo en la construcción y consolidación de la
Revolución Bolivariana.
Para lograrlo nos queda el camino de aglutinarnos alrededor
del liderazgo Macario, convocarnos a una gran asamblea municipal y sentar las
bases para el rescate. Desde ahora, quienes estamos más claros de esta
situación debemos emprender una cruzada de información, a través de las UBCH y
otras formas organizativas, para explicarles las causas de la derrota electoral
que son las causas de la casi desintegración del partido generadas por una dirección
política ineficiente, incapaz y de ningún empuje revolucionario. O actuamos o
nos convertimos en cómplices de la ineficiencia, la pereza y el no trabajo por
la revolución, traicionando así al pueblo que mantiene su lealtad incólume al
Presidente Chávez.
Como dijera Camilo Torres:
“La lucha es larga, comencemos
ya”
Publicado por : Yadira González
Comunicadora popular
Quizás en este caso en particular, se ajuste el refrán que señala..., "no se le pueden pedir peras al olmo"..., desde la dirigencia del PSUV Jáuregui, se han impulsado 'casi' solo políticas, contrarias al legado del Jefe Supremo, cuya orientación es mantener la unidad en las fuerzas revolucionarias; pues el sectarismo reinante lo sufren quienes por diversas razones no forman parte de ese partido de masas, pero si del polo patriótico... En este contexto, sería mucho más ingenuo, pedir que se ajusten al reglamento interno, haciendo efectivas labores de contraloría a las autoridades que llegaron gracias a la tarjeta político-electoral de mayor proyección en el país. Por el contrario, hay "señor@s", que pretenden censurar a quienes por derecho legítimo, (fundador del MBR-200 en Jáuregui), intentan a través de los MMCC de la revolución, generar crítica y autocrítica para tratar de salvar el enorme esfuerzo desarrollado por Chávez, destinado a construir la Venezuela Potencia en Latinoamérica, independiente del euroimperio y, por otra parte, LIBRE de los vicios de corrupción, burocracia y traición heredados de la 4ta. República.
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