Juan Alberto Sánchez García
Jueves 13 Febrero 2014
Central hidroelectrica (Foto archivo) |
Desde hace tiempo hemos venido
sosteniendo la tesis, de que el estado Táchira necesita una estructura encargada de velar por el agua,
recurso estratégico y vital, pues cada día que pasa, el recurso agua disminuye
sin que a veces le preocupe a la gente.
El Táchira tiene la
particularidad de ser productor de agua por excelencia, que luego es drenada como aporte a la cuenca hidrográfica del
Orinoco y al lago de Maracaibo, aparte
de que por su territorio
transita agua de cuencas internacionales que siguen su curso hacia el lago de
Maracaibo, además se construye una represa hidroeléctrica.
El desarrollo económico del
estado Táchira está basado fundamentalmente en actividades como la agricultura,
ganadería, industrias y servicios, todos los cuales tienen una alta
demanda permanente de agua; y es ya casi
lugar común que en los últimos 20 años hemos empezado a sentir la dificultad
para tener un servicio tan preciado y estratégico como lo es el agua, de
calidad y oportuno, a pesar de las grandes sumas de dinero y horas hombre que
se han invertido en obras como el acueducto regional del Táchira y las demás
infraestructuras para el suministro de agua potable a la comunidad.
Estudiar la situación del agua en
esta porción de la geografía venezolana, es una acción que requiere de decisión
política y apoyo casi que definitivo y ahora, por parte del Ejecutivo Nacional
y Estadal, pues cada día que pasa, el problema de producción y suministro de
agua tiende a complicarse, por el efecto del cambio climático.
Recientemente el Ejecutivo Nacional en el
gobierno de calle, aprobó un Plan de Agua para consumo humano y le asignó un
mil millones de bolívares para comenzar la tarea a nivel nacional, ojala y
dentro de esos recursos estén establecidos dineros para programas educativos,
conservacionistas y de concienciación del problema grave de escasez del agua dulce en Venezuela, ya que su uso
racional y adecuado es una obligación común.
Veamos algunas cifras
escalofriantes y espeluznantes: existen un mil cien millones de personas en el
mundo sin acceso al agua y que solo viven con 5 litros al día, cuando lo mínimo
deberían ser 20 litros por persona al día; mientras que un Europeo gasta por día
entre 200 y 300 litros de agua y un Norteamericano se consume 575 litros de
agua diariamente; lástima que no tenemos cifras locales que nos sirvieran de análisis
comparativo y que con ellas pudieran definirse políticas públicas en agua
potable, con mayor claridad y eficiencia.
Por todo ello, se hace necesaria
y diríamos que impostergable que se vaya pensando en crear una estructura
pública que se encargue de estudiar, analizar y ventilar, las soluciones mas
viables al problema de producción, uso y consumo de agua en el estado Táchira,
que genere políticas publicas asertivas frente al suministro de agua potable
que paulatina y aceleradamente se viene agudizando por el crecimiento
poblacional y la disminución de los caudales de agua, que genere proyectos de
conservación de cuencas y microcuencas.
No puede el Estado venezolano
seguir manejando programas de infraestructura, que son muy necesarios, sin que
vayan acompañados de programas de producción y conservación de cuencas
hidrográficas; lógicamente hay que dedicarle recursos económicos a la
infraestructura pero que sean proporcionales a los recursos que deben ser
asignados a la ciudadanía, para programas educativos, que nos eleven la
conciencia de lo que significa el recurso agua como imprescindible para la vida.
Publicado por : Yadira Gonzalez Acosta/Comunicadora popular
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