Las estaciones de servicio en el estado Táchira reaccionaron de forma inmediata, luego de que el mandatario colombiano Gustavo Petro, anunciara la constitución de la banca popular y la reforma tributaria como parte de su proyecto económico. Esta situación originó que el valor del dólar estadounidense en comparación al peso colombiano superara el 25% de la media regular.
Aldo Contreras, presidente del Colegio de Economistas de la entidad expresó que durante los últimos quince días se constató la mayor depreciación del tipo de cambio colombiano.
“El cambio en Colombia llegó a estar en 4 mil 993 pesos por dólar (Bs. 9,89), es decir, el tope más alto. Sin embargo, ha cerrado la semana cerca de los 4 mil 823 pesos por dólar (Bs, 9,55) y en casas de cambio se cotiza en unos 4 mil 700 (Bs.9,31)”, aseveró.
Contreras aduce que la situación que se genera en Colombia se refleja en el estado Táchira, sobre todo en el “menudeo informal” el cual sustenta la inversión en divisas, situación que generó buscar otras vertientes para sopesar el alza que, evidentemente, incrementó costos los cuales se trasladan al consumidor final.
“No se trata de una política especulativa sino más bien se trata de la inexorable ley de la oferta y la demanda cuando suceden estos flagelos económicos los venezolanos como ya han atravesado por inflación, hiperinflación conocen cuales son los métodos de protección de sus capitales y automáticamente evalúan, sacan cuentas y empiezan a moverse en torno a cómo proteger sus activos financieros ya sean pesos o cualquier divisa que puedan tener dentro de sus posesiones, dentro de sus activos”, aclaró.
Explicó que la situación en el estado fronterizo comenzó a sufrir los efectos, primero, por la utilización del peso como moneda corriente y, segundo, con la premisa ya conocida, de promover un incremento representativo en todos los bienes y servicios, de allí, que en la búsqueda de respaldar la inversión en divisas y sustentar el inventario, por primera vez, en casi un lustro no se aceptaban pesos para la cancelación de combustible en ninguna estación de servicio hasta tanto no se estabilizara el precio del dólar en el país vecino.
Uso del bolívar
Durante más de un año los comercios formales e informales en el estado Táchira han migrado parte de su capital a la banca nacional y al ver mermada la moneda en físico, las plataformas digitales son las mejores aliadas para las transacciones económicas, sin dejar de reconocer que el 90% de éstas se realizan en pesos, refiere Aldo Contreras.
Sin embargo, en los últimos 15 días la restricción de los pesos motorizó el pago digital. Nuevamente la moneda oficial del país retomó espacios para la compra venta de productos de toda índole, incluidos los colombianos, los cuales comenzaron a desaparecer paulatinamente de los anaqueles.
Virginia Roa, es enfermera y al igual que en distintas empresas privadas de la región, recibe parte de su pago por servicios en bolívares y otra en divisas, situación que la limitaba por tener que cambiar la moneda nacional por divisas para el pago de pasaje y comida.
“A mi esta situación de nuevamente cancelar con bolívares, por lo menos por ahora, me parece satisfactoria (…) a esto se suma la activación de las tarjetas de crédito que mejoraron sus montos (…) si bien antes pagaba con bolívares algunas cosas poder hacerlo con todas me alegra (…) si bien no es todo, algo se está arreglando”, subrayó.
José Guzmán es un empresario de más de 15 años en el mercado Pequeños Comerciantes, ubicado en la Parroquia La Concordia del municipio San Cristóbal, desde antes de la pandemia del covid-19 ya comercializaba con productos colombianos en su gran mayoría, sin embargo, nunca dejó la venta de producción nacional.
Guzmán asegura que la restricción del peso que se generó desde el 20 de octubre, fue una situación que un número representativo de comerciantes, empresarios y emprendedores conocía desde el momento en que asumió el cargo de presidente de Colombia, Gustavo Petro, el 7 de agosto.
Argumenta que la utilización de los bolívares es parte de una recuperación, que, pese a que algunos niegan, está pasando, de manera paulatina, pero con eficacia.
“A mí parecer que las estaciones de servicio se nieguen a recibir pesos es el inicio para que el bolívar vuelva a estar en la economía regional, en el menudeo y en las transacciones de gran magnitud”, acotó.
Jorge Enrique Pérez, vendedor ambulante de bebidas energéticas esgrime que en el mismo momento en que se conoció que no estaban recibiendo pesos todos aquellos que manejan parte de la economía doméstica se sumaron a la iniciativa.
“Es necesario que se recupere el bolívar (…) yo vendo en pesos y a veces en dólares, pero es necesario que vuelvan los bolívares (…) no todos tenemos para cobrar de manera digital por eso es necesario que lleguen otra vez los billetes y las monedas nuestras”, aseveró.
Cristina Guerrero destacó que pese a que no se tiene la moneda en físico la mayoría de los comercios de compra venta de bienes y servicios tiene un sinfín de propuestas para realizar transacciones más allá de pesos y dólares.
“Esta situación demostró que todos estamos preparados para cualquier cambio (…) además desempolvó en algunos comercios los puntos de venta y promovió otros servicios como pago móvil y transferencias”, aclaró.
Guerrero asegura que no solo esta situación se refleja en San Cristóbal o los municipios fronterizos “en todo el estado hay puntos de venta y se pueden hacer transferencias con esto es hora de que las autoridades se ocupen del fluido eléctrico y mejorar la conexión de internet (…) es hora de reactivarnos y consolidar el bolívar”.
Vía Últimas Noticias
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