Cada año, miles de personas pierden la vida o sufren graves lesiones en
accidentes de tráfico. Muchas de estas tragedias podrían evitarse si todos los
ocupantes de los vehículos utilizaran el cinturón de seguridad, un dispositivo
que reduce el riesgo de muerte en un 50% y el de lesiones en un 75%.
El cinturón de seguridad es la herramienta de seguridad más eficaz para
prevenir las consecuencias de cualquier siniestro vial, así lo demuestran todas
las investigaciones y estudios realizados hasta el momento. Usar el cinturón de
seguridad en el vehículo evitaría un alto porcentaje de muertes causadas por
hechos viales.
El cinturón de seguridad funciona como un sistema de retención que
impide que el cuerpo salga despedido del asiento en caso de colisión, frenado
brusco o vuelco. De esta manera, se evita el impacto contra el parabrisas, el
volante, el tablero o cualquier otro elemento del vehículo, así como la salida
del habitáculo y el atropello por otros vehículos.
El uso del cinturón de seguridad es obligatorio en la mayoría de los
países, y su incumplimiento puede acarrear multas y sanciones. Sin embargo, más
allá de la normativa legal, el cinturón de seguridad es una cuestión de
responsabilidad y conciencia. No usarlo pone en peligro la vida propia y la de
los demás.
Por eso, es importante que todos los conductores y pasajeros se
abrochen el cinturón de seguridad antes de iniciar el viaje, y que lo mantengan
puesto durante todo el trayecto. Además, es necesario ajustar correctamente el
cinturón de seguridad, de modo que quede bien pegado al cuerpo y no se retuerza
ni se afloje.
El cinturón de seguridad es un aliado para salvar vidas, y su uso puede
marcar la diferencia entre la vida y la muerte. No lo olvides: abróchate el
cinturón y protege tu vida y la de los que te acompañan.
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