El dengue es una enfermedad viral transmitida por la
picadura de mosquitos infectados, principalmente del género Aedes. Se estima
que cada año se producen entre 100 y 400 millones de casos de dengue en el
mundo, de los cuales unos 500.000 son graves y pueden causar la muerte, según la
Organización Mundial de la Salud.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
Los síntomas del dengue pueden variar según la gravedad de
la infección. El dengue leve puede causar fiebre alta, dolor de cabeza,
náuseas, vómitos, sarpullido, dolor muscular, articular y óseo, y dolor detrás
de los ojos. Estos síntomas suelen durar entre 2 y 7 días y la mayoría de las
personas se recupera en una semana.
El dengue grave, también llamado dengue hemorrágico o
síndrome de choque por dengue, puede provocar sangrado por la nariz, la boca o
las encías, manchas rojas en la piel, dificultad para respirar, fatiga,
irritabilidad, sed excesiva, dolor abdominal intenso y persistente, vómitos
persistentes y disminución de la presión arterial. Estos síntomas pueden
aparecer uno o dos días después de que la fiebre desaparezca y requieren
atención médica urgente, ya que pueden poner en riesgo la vida.
¿Cómo se diagnostica y se trata el dengue?
El diagnóstico del dengue se basa en los síntomas, los
antecedentes de viaje o exposición a zonas endémicas, y las pruebas de
laboratorio que detectan la presencia del virus o los anticuerpos en la sangre.
El tratamiento del dengue consiste en aliviar los síntomas y prevenir las
complicaciones. No existe un medicamento específico para curar el dengue, por
lo que se recomienda reposo, hidratación, control de la fiebre y el dolor con
paracetamol (no se debe tomar aspirina ni ibuprofeno, ya que pueden aumentar el
riesgo de sangrado), y vigilancia de los signos de alarma. En los casos de
dengue grave, se puede requerir hospitalización, administración de líquidos
intravenosos, transfusión de sangre y cuidados intensivos (Recomendaciones por
el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Síntomas y
tratamiento. BMJ Best Practice. Dengue - Diagnóstico y tratamiento.)
¿Cómo se puede prevenir el dengue?
La prevención del dengue se basa en evitar la picadura de
los mosquitos que transmiten el virus y reducir la población de estos insectos.
Para ello, se recomienda usar repelentes, ropa que cubra la mayor parte del
cuerpo, mosquiteros y aire acondicionado o ventiladores en las habitaciones.
También se debe eliminar el agua estancada donde los mosquitos pueden
reproducirse, como en macetas, neumáticos, botellas, cubos o recipientes.
Asimismo, se debe mantener la limpieza y la higiene de los espacios públicos y
privados, y colaborar con las campañas de fumigación y control vectorial (Organización
Panamericana de la Salud. Dengue: prevención y control.).
Existe una vacuna contra el dengue que se ha aprobado en
algunos países para personas de entre 9 y 45 años que hayan tenido una
infección previa por dengue. Sin embargo, la vacuna no protege contra todos los
tipos de dengue ni evita la enfermedad grave, por lo que se debe seguir
aplicando las medidas de prevención mencionadas.
Conclusión
El dengue es una enfermedad que puede tener consecuencias
graves para la salud y que se puede prevenir con acciones sencillas y
efectivas. Es importante estar informado sobre los síntomas, el diagnóstico, el
tratamiento y la prevención del dengue, y consultar al médico ante cualquier
duda o malestar. Así, podremos contribuir a reducir el impacto de esta
enfermedad en nuestra comunidad y en el mundo.
Redacción con información de:
: Organización Mundial de la Salud. Dengue y dengue grave.
: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Síntomas y tratamiento.
: Mayo Clinic. Dengue - Síntomas y causas.
: BMJ Best Practice. Dengue - Diagnóstico y tratamiento.
: Organización Panamericana de la Salud. Dengue: prevención y control.
: Healthy Children. Vacuna contra el dengue: todo
lo que debe saber.
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