¿Por qué la negatividad es antinatural y cómo afecta a nuestra relación con la naturaleza?



 La negatividad es una emoción que nos hace sentir mal, que nos resta energía y que nos impide disfrutar de la vida. Pero, ¿sabías que la negatividad también es antinatural? Según el autor y maestro espiritual Eckhart Tolle, la negatividad es un contaminante psíquico que no existe en ninguna otra forma de vida en el planeta, excepto en los humanos.

Tolle afirma que la negatividad es el resultado de la identificación con la mente y el ego, que nos hace creer que somos separados de los demás y de la naturaleza. Esta ilusión nos lleva a generar pensamientos y emociones negativas, como el miedo, la ira, la culpa, el resentimiento, la envidia, el odio, la ansiedad o la depresión.

Estas emociones negativas no solo nos hacen daño a nosotros mismos, sino que también afectan a nuestra relación con la naturaleza. Tolle sostiene que existe un vínculo profundo entre el envenenamiento y la destrucción de la naturaleza y la vasta negatividad que se ha acumulado en la psique humana colectiva. Al estar desconectados de nuestra esencia y de la fuente de la vida, los humanos hemos violado y envenenado la Tierra que nos sustenta, causando graves problemas ambientales, como el cambio climático, la deforestación, la contaminación o la extinción de especies.

¿Cómo podemos romper este círculo vicioso de negatividad y destrucción? Tolle nos propone una solución simple pero poderosa: la presencia. La presencia es el estado de conciencia en el que estamos plenamente atentos al momento presente, sin dejarnos arrastrar por el pasado o el futuro. La presencia nos permite salir de la mente y del ego, y reconectarnos con nuestra verdadera naturaleza, que es la misma que la de todos los seres vivos.



Cuando estamos presentes, podemos apreciar la belleza y la armonía de la naturaleza, y sentirnos parte de ella. Podemos observar que ninguna otra forma de vida en el planeta conoce la negatividad, sino que vive en equilibrio y en paz. ¿Has visto alguna vez una flor triste o un roble estresado? ¿Te has encontrado con un delfín deprimido, una rana que tiene un problema de autoestima, un gato que no puede relajarse o un pájaro que carga con odio y resentimiento? Los únicos animales que ocasionalmente pueden experimentar algo parecido a la negatividad o mostrar signos de comportamiento neurótico son aquellos que viven en estrecho contacto con los humanos y así se vinculan con la mente humana y su locura.

La presencia nos ayuda a liberarnos de la negatividad y a recuperar la alegría y la paz interior. También nos hace más conscientes y responsables de nuestro impacto en el medio ambiente, y nos motiva a cuidar y proteger la naturaleza, que es nuestra casa común. Al hacerlo, no solo contribuimos al bienestar de nuestro planeta, sino también al de toda la humanidad.


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